Selim Canahuati: Osman Madrid tiene razón

En relación a varios temas que recientemente ha abordado en público el vicepresidente del Club Olimpia, don Osman Madrid, no puedo menos que otorgarle la razón. En términos contundentes él se remite al Fair Play, concepto al que me he referido en notas de la presidencia.

Hay ciertas prácticas que son repudiables o ilegales: lanzar objetos peligrosos al bus que transporta a los equipos, generalmente a los visitantes; agredir a dirigentes, técnicos y jugadores de manera verbal o física; condiciones inadecuadas del terreno de juego; acercar música estruendosa al camerino de la visita; utilizar altoparlantes para hostigar al equipo visitante; presencia de personas no autorizadas en la cancha, y así por el estilo.

La Liga Nacional, por supuesto, hace ratos tomó cartas en el asunto: instruyó y ordenó a los comisarios para que impidan actos reprochables e inserten en sus informes manifiestas conductas inapropiadas o reñidas con la ley, de tal manera que las respectivas comisiones de disciplina sancionen rigurosamente las mismas.

Bienvenidas las críticas, aunque siempre esperamos que sean con decoro y fundamentadas. Sin discusión alguna, hay señalamientos correctos de parte de algunos sectores afines al fútbol profesional que merecen nuestra atención. En tal sentido, tenemos en cartera algunas ideas y reformas para la próxima asamblea de Liga. Por ejemplo, estamos claros que algunos estadios no están a la altura de las circunstancias, y para los cuales hay que determinar un tiempo perentorio a efecto de que reúnan condiciones o requisitos mínimos universalmente aceptables; hay, además, ciertas irregularidades arropadas por interpretaciones, quizás inconsistentes con los reglamentos.

En resumen, no es que no pasa nada, o que la Liga se hace la desentendida. No, de ningún modo. Las directrices se han emitido en tiempo y forma. Pero se necesita algo más: adherirnos sin vacilación al “juego limpio” en todas sus manifestaciones. Recordemos que dicho concepto trasciende los límites del terreno de juego. Se requiere, al final de cuentas, que todos colaboremos.

Tienen razón don Osman y algunos críticos de la crónica deportiva. La Liga, recalco, ha hecho lo propio, pero hay todavía cierta tela que cortar, y la próxima asamblea será el foro apropiado para que mejoremos.

SELIM B. CANAHUATI
Presidente