Demoliendo la infamia

Rudy Urbina
@chavelachaparro
En medio de un auténtico estado de estupefacción escuché que querían presentar un proyecto para demoler el estadio Nacional y construir uno más “moderno”. Justo cuando uno piensa que la irrealidad y la demagogia de algunos políticos no puede ser peor, se las siguen arreglando para sorprendernos.
¿En qué país creen que viven las personas que plantearon esto? ¡Obviamente no en Honduras! Más parece que flotaran todo el día por encima de la ciudad sobre una “nube de pedo”, en la que se vuelven impermeables a la triste realidad cotidiana.
¿Con qué dinero? ¿Adónde van a construir uno nuevo? Y, por sobre todas las preguntas, ¿es absolutamente necesario? Si usted también está indignado, déjeme decirle que todavía está algo cuerdo; de lo contrario ha cambiado de bando y ha pasado a ser parte del problema y no de la solución.
Por favor: no utilicen el deporte para insultar nuestra inteligencia. Mejor inviertan ese dinero en necesidades prioritarias. Utilicen el cerebro para gestionar un estadio como el que China le regaló a Costa Rica, donde no le costó un solo centavo a los contribuyentes.
El deporte es necesario para cualquier sociedad, pero no deja de ser un simple entretenimiento. Y jamás en actividad de divertimento podrá estar por encima de obras que verdaderamente mejoren la vida toda una comunidad o país.
Y no es que uno se oponga al progreso, pero el día que las calles de la capital estén sin baches; cuando se trate dignamente a Comayagüela, la hermana pobre (pero que más dinero genera); cuando se le preste atención a las instalaciones de las demás disciplinas deportivas; cuando se tengan mercados en condiciones decentes y se cubran tantas otras necesidades; entonces, y solamente entonces, tendrán la venia de este noble pueblo para hacer cuanto disparate quieran.