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Comportamiento ejemplar de la afición
En el partido del viernes ante Australia, los aficionados hondureños mostraron un comportamiento ejemplar en las graderías, haciendo que nuevamente se salve el estadio Olímpico de otro castigo de la FIFA.
Pese a que la instalación deportiva estaba repleta y que la selección nacional no pudo ganar, las más de 30 mil personas congregadas supieron apoyar con el corazón, olvidar los insultos y lanzar objetos al campo de juego.
Ya era necesario que los aficionados se comportaran como personas responsables, respetuoso y reconocer el nivel de los rivales.
Y es que los comisarios de cancha que manda la FIFA ya tienen entre ceja y ceja el coloso sampedrano, por lo sucedido en ocasiones anteriores, pero en esta ocasión pudieron comprobar que hay educación.
La fiesta la pusieron los aficionados catrachos, porque si supieron apoyar y comportarse.