Boxeadora Amanda Serrano lista para alzarse con otro cinturón

Para la boxeadora puertorriqueña Amanda Serrano no existen las redes sociales y nunca ha tenido un celular. La disciplina es la que rige su vida dedicada a este deporte, que le ha dado ya tres títulos mundiales y está lista para alzarse con otro cinturón, el próximo 17 de febrero.
Serrano, de baja estatura, delgada y manos pequeñas, luce más como una adolescente que como una ágil y peligrosa contendiente, con un récord de 28 peleas, 19 de ellas por nócaut, lo que espera repetir cuando se mida el miércoles a la excampeona mundial canadiense Olivia Gerula (17-15-2, 3KO).
El combate será por el título vacante de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en el peso pluma de las 126 libras, cetro que ya había ostentado, y marcará la primera vez que se dispute una pelea titular en el legendario club BB King en Nueva York.
La tres veces campeona mundial de 27 años (26-1-1-19), que bajó del peso súper pluma de las 130 libras para este combate, reconoce que se enfrenta a una buena contrincante, pero aseguró a Efe que no defraudará a sus seguidores ni a su equipo porque «lo único que tengo en mente es llevarme el título a casa».
Su pasión por este deporte le llegó a través de su hermana mayor Cindy, también boxeadora, quien intentó convencerla de que no entrara a un deporte tan rudo.
«Pero seguí en el gimnasio y avanzando y ya no me van a parar», aseguró la púgil, que entonces tenía 17 años.
«Es duro, es un deporte dominado por hombres pero las mujeres intentamos tomar el relevo. Tenemos mujeres poderosas como Holly Hom o Ronda Rousey haciendo las cosas bien. Quiero ser la número uno», afirmó durante una sesión de entrenamiento en la que centrada, golpeaba el saco una y otra vez bajo la supervisión de su entrenador Jordan Maldonado.
Serrano, la primera mujer en la historia de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en ganar el cetro de las 130 libras, el primero de su carrera en el 2011 y conocida como «The Real Deal», habla con pasión de un deporte por el que las mujeres tuvieron que luchar duro fuera del cuadrilátero.
Pese a que las féminas han estado combatiendo por más de un siglo, su batalla para ser reconocidas y aceptadas en el boxeo las llevó hasta los tribunales y no fue hasta los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres que esta disciplina fue incluida en esa competición, en la que muchas han hecho historia.
Serrano confiesa que tampoco ha tenido novio y que no está en sus planes porque está centrada en su meta de ganar el miércoles para luego buscar unir los cuatro títulos mundiales de la Asociación Internacional de Boxeo de Mujeres (WIBA), Asociación Internacional de Mujeres Boxeadoras (IFBA), Federación Internacional de Boxeo de Mujeres (IWBF) y la Federación de Boxeo Internacional de Mujeres.
Para ello, tiene que enfrentar varios combates en diversas divisiones pero, según su entrenador, «no muchas quieren pelear con Amanda porque pega fuerte».
«Cuando sea otra vez campeona de las 126 libras buscaré pelear contra Jennifer Han, campeona de la FIB, o con la ganadora entre Soledad Matthysse y Jelena Mrdjenovich que pelearán por los títulos de la AMB y CMB, que tiene Matthysse», indicó la zurda.
De no lograr ese combate, explicó a Efe que bajará a las 122 libras en busca del título de esa división y coronarse de esa forma en cuatro divisiones como Miguel Cotto, boxeador puertorriqueño al que admira.
La púgil dice que ha contado siempre con el apoyo de sus compañeros boxeadores, pero confiesa que su madre tiene temor de que sufra alguna herida en combate, por lo que no acude a sus peleas.
Serrano, que sueña con pelear en Puerto Rico, donde nació, asegura que disfruta cuando «el árbitro levanta mi mano para darme la victoria y me ponen el cinturón (de campeona)».
«Es el mejor sentimiento del mundo», insiste.