Despedida digna

Rodolfo Herrera
Si bien era difícil esperar el milagro de Motagua que venciera por cinco goles al América de México y clasificar a los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf, lo importante fue la actitud que pusieron los jugadores en el terreno, disposición que generalmente hace falta en el fútbol hondureño.
El equipo azul puso entrega y sudó la camiseta en la cancha, a pesar que a lo mejor ni los propios futbolistas creían en la goleada, pero era necesario luchar como verdaderos guerreros, porque la peor batalla es la que no se libra.
Eso demuestra que cuando los hondureños queremos hacer las cosas bien podemos, y que a pesar de la distancia en infraestructura y la dimensión económica entre el balompié mexicano y hondureño, si el respeto se deja fuera del campo, se puede luchar de tú a tú.
Los aficionados que acudieron masivamente al estadio Nacional no fueron defraudados, disfrutaron del espectáculo, porque su equipo respondió jugando buen fútbol con entereza y pundonor.
Comparto con el entrenador Diego Vázquez que Motagua hizo una gran juego y en muchos tramos superaron al América, uno de los clubes más poderosos del fútbol mexicano no solo en seguidores, ni títulos, sino la parte financiera.
Ojalá que así como el cuadro “mimado” se plantó a las “águilas” del América, así se pare la selección nacional en los partidos eliminatorios jugando en casa y fuera también, porque de esa forma es que se podrá conseguir la clasificación al Mundial de Rusia 2018.