Rangers por barrer a los Azulejos

Rougned Odor tuvo tantos problemas en el primer mes de la temporada que los Rangers lo enviaron de vuelta a las menores. Ahora, el intermedista de 21 años ha sido la clave para que Texas vuelva a casa con la posibilidad de barrer a Toronto en la serie divisional de la Liga Americana.
Agresivo en las bases, el venezolano anotó dos veces durante el segundo juego. En un par de ocasiones se deslizó a la perfección en el plato —una en un elevado corto y la otra para romper el empate en el 14to inning.
Los Rangers ganaron por 6-4 y tomaron una ventaja de 6-4 en la serie.
«Por ahora, él está en una situación en la que se siente cómodo, percibe que su confianza ha mejorado y que puede hacer cualquier cosa», comentó su compatriota, el campocorto Elvis Andrus, antes de una práctica sabatina de los Rangers.
Andrus conoce esta situación. En 2010, tenía 22 años cuando Texas gozó también una ventaja de 2-0 en la serie divisional. Los Rangers terminaron disputando la primera Serie Mundial en su historia.
Ahora, Andrus es el pelotero que más tiempo lleva con la organización, sin contar a los lanzadores.
El tercer encuentro contra los Azulejos se realizará este domingo por la noche en Arlington.
Comenzaría casi al mismo tiempo en que debe concluir el duelo de la NFL al otro lado de la ciudad, entre los Cowboys de Dallas y los Patriots de Nueva Inglaterra.
El zurdo venezolano Martín Pérez (3-6) subirá a la lomita por los Rangers. El abridor de Toronto será el mexicano Marco Estrada (13-8), quien limitó a los bateadores al promedio más bajo de las mayores después de la pausa por el Juego de Estrellas (.183).
«Necesitamos despertar con los bates y anotar muchas carreras», consideró el manager de los Azulejos, John Gibbons. «Anotamos carreras por montones, ése fue nuestro sello… Ojalá que podamos hacerlo una vez más, ¿saben? Se trata de serenarnos un poco y ganar algo de confianza».
Odor dio inicio al ataque decisivo en la 14ta entrada del juego del viernes, con un sencillo dentro del cuadro, cuando había dos outs.
Chris Giménez bateó un sencillo al jardín derecho y Odor se siguió de largo en la intermedia, antes de volver mientras el campocorto Troy Tulowitzki trataba de tocarlo.
Tras una larga revisión del video, los umpires ratificaron que Odor estaba safe, ante los abucheos del público en la ciudad canadiense.
Dos lanzamientos después, Odor volvió a deslizarse frente al cátcher Russell Martin. Estiró una mano para tocar la parte posterior del plato. Texas tomó la ventaja en definitiva con un sencillo del dominicano Hanser Alberto.
El manager Jeff Banister opinó que Odor es uno de esos peloteros que harán todo lo posible por anotar.
«Creo que Roggie Odor es así. Se adelanta a la hora de correr por las bases, pero tiene también el control sobre su cuerpo para deslizarse de esa manera. Increíble», destacó Banister.
Una docena de innings antes de anotar la carrera crucial, Odor llegó a home con un elevado corto al central. Logró la carrera en una acción apretada.
Luego de lanzarse de cabeza a los pies de Martin, Odor evitó que el receptor lo tocara al encoger el brazo izquierdo, antes de darse la vuelta y tocar el plato con la mano derecha.
«Esa emoción y entusiasmo con el que juega motiva a todos en el clubhouse», afirmó Giménez. «Literalmente, es como un niño jugando… pero también juega como un hombre. Lo que hace es muy especial».
Odor bateó para .259 en 114 juegos durante la campaña anterior, como novato. Fue entonces el pelotero más joven de las Grandes Ligas, con 20 años, al debutar en mayo de 2014.
Tras un promedio de apenas .144 con 25 ponches en 90 turnos durante los primeros 31 juegos de esta campaña, fue enviado de vuelta a la sucursal de la Triple A en Round Rock. Desde el 15 de junio, cuando regresó a las mayores, batea para .292 con 16 vuelacercas y 53 impulsadas en 93 duelos, incluidos los dos primeros de la serie.