Paracaidismo periodístico

Qué lástima, qué pesar, viajar más de 400 kilómetros, y además de encontrarse con un “churrazo” deportivo, también soportar la ignorancia de varios tipos que porque tienen un puesto de paracaidistas en la Liga Nacional, consideran que pueden ver a los comunicadores sociales como “chancleta vieja” y echarles a perder su labor periodística.
Mis respetos para el ambiente previo, durante y después de la “potra” realizada entre los equipos Real Sociedad y Motagua, pero no puedo obviar la actitud del relacionador público de la Liga, Gustavo Caballero, quien al mejor estilo del “soba leva” se dedicó a desalojar de la cancha a nuestros colegas cuando estaban en plena labor periodística.
Entiendo que en todos los estadios serios del mundo existe una zona asignada estrictamente para la prensa deportiva, y que para los periodistas es prohibido permanecer en el terreno de las acciones, pero el domingo anterior en el escenario, que lució su mayor capacidad, ni siquiera se acordaron de asignar una localidad y así facilitar la cobertura.
Me extraña que este señor Caballero todavía desconozca nuestra labor y los milagros que tenemos que realizar para enviar material a nuestros centros de trabajo, si todavía lo desconoce, como relacionador público su tarea no es arrastrarse a los intereses de su patrón, mucho menos convertirse en títere de esos que se hacen llamar “comisarios” del partido.
A manera de recordatorio, su trabajo debe centralizarse en las innumerables deficiencias que muestra una de las peores ligas del área, levantar su perfil en base a esfuerzo y no correteando periodistas, tal y como sucedió en la final de ida, donde poco faltó para que a unos colegas de radio que comenzaban a narrar la “potra” deportiva, les echaran a Fusina y los mandaran a las frías ergástulas penitenciarias de la ciudad de Tocoa.
Por: Cesar Rosales
@cesarcafu