"Chocolatito" González peleará por el cinturón minimosca del CMB

El púgil nicaragüense Román «Chocolatito» González tratará de arrebatar este viernes el cinturón del peso minimosca al nipón Akira Yaegashi, actual campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en un esperado combate que se celebra en Tokio.
«Chocolatito» (Managua, 1987) llega a la capital nipona invicto y con un intimidatorio bagaje de 36 nocauts, cerca del 90 por ciento de sus 39 victorias.
El nicaragüense intentará ampliar su palmarés tras lograr el título mundial absoluto de peso mínimo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en 2008 y la corona de la categoría minimosca otorgada por la misma organización en 2011.
Al otro lado del ring, Yaegashi defenderá su cinturón tras haberse impuesto en los tres combates precedentes ante los mexicanos Óscar Blanquet, Edgar Sosa y Odilon Zaleta.
El púgil de Yokohama (sur de Tokio), de 31 años y conocido en su país natal como «el puño de la velocidad del sonido», acumula 20 victorias (10 de ellas por KO) y 3 derrotas en la categoría profesional.
«Chocolatito» afronta el combate «en forma y preparado» para alcanzar su «sueño» de conquistar la corona mundial, según dijo en una rueda de prensa celebrada el miércoles en la capital nipona.
Si logra imponerse en Tokio, González igualará el récord de tres títulos mundiales en divisiones diferentes que obtuvo su «héroe» y maestro, el fallecido púgil nicaragüense Alexis Argüello, quien le enseñó «las bases del boxeo», según dijo.
El combate se celebrará en el Polideportivo de Yoyogi, con una capacidad de 3.200 espectadores, aunque la asistencia podría verse mermada por el reciente brote de dengue detectado en el parque del mismo nombre que se encuentra junto a las instalaciones deportivas.
Las autoridades niponas decidieron hoy clausurar este conocido parque tras confirmar que los mosquitos que habitan en él son los responsables del primer brote del virus en Japón desde 1945, que ha dejado por el momento 55 personas contagiadas.
La organización tratará de prevenir nuevos contagios repartiendo centenares de repelentes de insectos entre los asistentes al combate.