El sustituto de Luis F. Suárez

Después de la tercera derrota en el mundial de Brasil, el colombiano Luis Fernando Suárez, entrenador de la selección nacional de Honduras en ese evento, expresó que no seguiría en el puesto, y desde el momento en que lo dijo, aparecieron los nombres de varios candidatos.
Luis Fernando Suárez tuvo el mérito de hacer un buen papel con Honduras en los Juegos Olímpicos, también de haberle ganado por primera vez en el estadio Azteca a México y sobre todo haber clasificado al mundial; pero ya en la Copa del Mundo pasó algo muy parecido a lo que sucedió hace cuatro años con Reinaldo Rueda en Sudáfrica: Honduras jugó con temor al adversario, el planteamiento fue cobarde y la propuesta en ataque casi nula, y cuando algunos jugadores, como Marvin Chávez por ejemplo, demostraron que sí se podía, ya era demasiado tarde, como también fue tarde en Sudáfrica en el partido que se empató ante Suiza, aunque al menos en ese mundial la bicolor obtuvo un punto, pese a que no marcó gol.
Considero que el entrenador de la selección nacional de Honduras debe ser un entrenador sin miedos, sin complejos, que trate de jugar bien ante quien sea y donde sea, que nos demuestre que no es cierta esa excusa de muchos conformistas que aseguran que Honduras no podía jugar bien en el mundial de Brasil porque “es lo que tenemos”.
Escucho, leo y veo nombres de entrenadores que se unen a la lista, varios de ellos tienen mucha capacidad, independientemente de la nacionalidad que tengan, pero también estoy seguro que el sustituto de Luis Suárez va a tener también que luchar contra el mal ambiente, porque el papel de la bicolor en Brasil ha dejado al fútbol hondureño sumido en una serie de factores que van desde la tristeza y pesimismo, hasta las acusaciones de corrupción y malestar, porque las cosas se hicieron mal.
El técnico es contratado para trabajar, para que gane y haga jugar bien a la selección nacional, pero creo que también debe buscar armonía con todos en el país, porque Luis Fernando Suárez fue “cara de perro” en Honduras y “pela dientes” en el extranjero.