Una cancha de adorno y la pachorra de Fenafuth

Las malas decisiones de las autoridades de nuestro país lamentablemente repercuten en la niñez, resulta que tras finalizado el convenio entre la Federación de Fútbol y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, la Alma Máter recuperó los campos de fútbol, sin embargo es evidente que la cancha número cuatro está en el olvido, no se le da ningún uso.
Situación penosa si tomamos en cuenta que las categorías menores, específicamente la sub 12, no tienen donde jugar y en más de una ocasión han solicitado a las autoridades de la máxima casa de estudios usar la cancha en cuestión.
La respuesta siempre ha sido negativa, muchos dirán que no hay ninguna obligación por parte de la gente de la universidad de ceder sus instalaciones, pero es una cuestión de sentido común y aporte a la sociedad, ¿qué ganan teniendo un campo en el olvido?
Como gente pensante deberían entender que cediendo ese espacio estarán colaborando al desarrollo del deporte y la niñez, contribuyendo a la formación de mejores seres humanos. Mientras los pequeños no pueden jugar y ocupan su tiempo en otras cosas, hay un campo de adorno, pero al parecer no hay nadie que se dé cuenta que están actuando mal.
Esto debería servir para que las autoridades de la Fenafuth aceleren la conclusión de las canchas del Tizatillo y así los pequeños no tengan necesidad de andar mendigando un lugar donde hacer deporte, sin embargo ahora hay que conformarse con un campo de adorno y la pachorra de los federativos.
Por: Jairo LANDA
@jairolanda1