Contando los días para que Brasil reciba show de fútbol

Por: Ronaldo Nazario de Lima

Solo 100 días. Es difícil creer que falte tan poco. Parece que fue ayer cuando Brasil ganó el derecho de ser el anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA. Recuerdo la emoción que sentí al saber que mi país organizaría el evento de fútbol más importante del planeta.

Hoy ya no estoy más en la cancha como jugador, pero confieso que empiezo a sentir la misma ansiedad de cuando estaba a punto de jugar una final. Después de todo, ¿no sería la Copa Mundial de la FIFA el partido decisivo para que Brasil se consolide aún más a nivel internacional? Toda la atención está en nosotros, es una buena oportunidad para mostrar lo que Brasil es realmente, y quien es su gente de verdad.

Con la celebración de la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos en 2016, tenemos la oportunidad de mostrar al mundo que somos un país enamorado del deporte. Pero que también somos un país con una economía fuerte, líder en biotecnología, entre los mayores productores de carne, minerales y soja del mundo. Pronto, miles de turistas y periodistas extranjeros arribarán a nuestros aeropuertos llenos de curiosidad, con ganas de conocer el verdadero Brasil.

Somos también un país con marcados contrastes sociales, pero que ha logrado importantes avances para corregirlos. Una sociedad diversa pero unida. Somos tierra de gente talentosa, trabajadora, creativa e innovadora, características bien representadas por los regatos mágicos y desconcertantes de Neymar, por la música del maestro Tom Jobim y por la ciencia de Miguel Nicolelis, que, gracias a las investigaciones de exosqueleto brinda esperanza a los parapléjicos que sueñan con volver a caminar.

Nuestro país también es multicolor, poseedor de una naturaleza capaz de dejar a uno sin aliento. Los turistas que nos visiten en el mundial deben prepararse para una experiencia inolvidable: nadie sale de aquí sin un recuerdo preciado, después de conocer las playas del nordeste, la inmensidad del río Amazonas, o la unión entre el mar y las montañas que hace que Río de Janeiro parezca una pintura.

Somos la tierra de la alegría y con esa alegría le damos la bienvenida con los brazos abiertos a todos los visitantes que vendrán para el mundial. Pero hasta entonces, tenemos que seguir trabajando.

Como miembro del Consejo de Administración del Comité Organizador Local de la Copa Mundial de la FIFA, sigo de cerca la dedicación, la capacidad y el compromiso de aquellos que están ayudando a construir un evento único. He visto, en las 12 ciudades sedes, la entrega de miles de personas comprometidas a llevar a cabo un mundial impecable.

En nuestro camino de preparación ya hemos superado pruebas muy difíciles. El año pasado fuimos anfitriones de la mejor edición de la Copa Confederaciones hasta ahora. Y esa no es solo mi opinión, sino también la de los aficionados, periodistas y del presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

Menos de seis meses después, realizamos otro evento desafiante: el sorteo de las llaves del mundial, en Costa do Sauípe, Bahía. Allí, después de conocer las ciudades en las que jugarán sus partidos, los 32 equipos clasificados discutieron sus planes operativos con los miembros del COL, la FIFA y el gobierno federal.

Ese intercambio entre los organizadores y los seleccionados es continuo y ha tenido más de una etapa clave en el último mes, con el seminario de los equipos, en Cosao do Santinho, en Florianópolis. Temas como la seguridad, el transporte y la atención a los equipos fueron discutidos en detalle.

Ahora, partimos realmente hacia la recta final de los preparativos. Desde principios de año, hemos inaugurado dos nuevos estadios: la Arena das Dunas, en Natal y el nuevo Beira-Río, en Porto Alegre. Lucen hermosos, así como están quedando la Arena Amazonas, la Arena da Baixada, la Arena Pantanal y la Arena Corinthians.

Hasta el comienzo del mundial, los estadios de la competencia habrán pasado por eventos de prueba, esenciales para que todos aquellos involucrados en la organización realicen ajustes en sus operaciones.

Falta poco para el gran show y el encuentro de los mejores jugadores del planeta. Messi, Cristiano Ronaldo, Iniesta, Neymar… No puedo esperar. Los espero en Brasil. ¡Nos vemos en el mundial!

* Ronaldo Nazario de Lima (“Ronaldo, el fenómeno”), campeón mundial en 1994 y 2002 con la selección de brasileña, el más grande artillero de la historia de las copas, con 15 goles marcados, fue electo por la FIFA el Mejor Jugador del Mundo en 1996, 1997 y 2002. Ronaldo es miembro integrante del Consejo de Administración del Comité Organizador Local de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014.