Estudian demoler el Estadio Nacional

La regidora capitalina Marcia Villeda, afirmó ayer en entrevista para Radio Cadena Voces, que la comuna capitalina estudia la posibilidad de demoler el Estadio Nacional, con la finalidad de crear un punto central para el trasporte urbano.
Villeda explicó que se tiene ese proyecto de demoler el coloso capitalino y utilizar el área del mercado “Feria del Artesano y Agricultor” que se encuentra frente al inmueble deportivo, “para que sea allí el eje transversal”. No obstante la regidora advirtió que le “parece detonante y peligroso para el desarrollo que queremos”.
El Estadio no puede estar sentado en el centro de la ciudad, de acorde a una capital metrópoli que queremos, entonces se habla de buscar un proyecto de financiación para poder trasladarlo a otra zona y que movilice a los capitalinos que nos visitan del interior cuando hay partido. Sería un estadio moderno fuera del centro de la capital”, detalló Villeda.
Finalmente Villeda comunicó que están «haciendo esa evaluación para entregarle el proyecto al alcalde Nasry “Tito” Asfura”, lo que indica que la posibilidad de la desaparición del histórico escenario futbolero desaparezca dándole paso uno moderno.
El estadio fue construido durante el mandato del dictador Tiburcio Carías Andino, con el propósito de promover el deporte entre la juventud.
Parte de su historia
Este estadio “Tiburcio Carías Andino”, mejor conocido como Estadio Nacional, se inauguró el 15 de marzo 1948 con un encuentro de béisbol entre las escuadras de Honduras y Cuba.
Luego se realizó un partido de fútbol dentro del marco de un torneo cuadrangular centroamericano. En 1955 fue sede del Campeonato Centroamericano y del Caribe, evento que creó la necesidad de ampliar el inmueble y construir unas graderías adicionales de madera en la parte sur.
Con el paso de los años el Estadio Nacional se convirtió en la casa de la Selección Nacional y en el principal escenario de la Liga Nacional. Además fue utilizado para tomas de posesiones presidenciales, conciertos, actos religiosos, entre otros, que dieron pie para seguir ampliándolo hasta lo que es ahora, un coloso deportivo con capacidad para 35 mil aficionados.