¡El Salón de la Fama!

Por: Jacobo Goldstein
Reportaje Nº130
MIAMI, Florida. El sueño de todo beisbolista es algún día llegar a jugar en las Grandes Ligas, lucirse en el engramado, jugar varias temporadas, hacer mucha plata, ser seleccionado para participar en el Juego de las Estrellas, ganar con su equipo una que otra Serie Mundial y finalmente, una vez que se retire del béisbol profesional, ser nominado cinco años después de dejar de jugar y posteriormente ser nombrado para ingresar al Salón de la Fama.

El Salón de la Fama del Béisbol fue fundado en 1936 y se encuentra en Cooperstown, Nueva York.

No es mucho pedir y una serie de jugadores lo han logrado una vez que se retiraron, 211 para ser exactos. Entre esa lista tenemos que este año fueron seleccionados tres astros, dos de ellos lanzadores y un jardinero.
Los serpetineros fueron Grag Maddux y Tom Glavine, que tuvieron temporadas sensacionales con los Bravos de Atlanta, y el jardinero es Frank Thomas, un potente bateador que tuvo gran éxito jugando con los Medias Blancas de Chicago.
Ellos tres serán formalmente inducidos al Salón de la Fama, en Cooperstown, Nueva York, el 27 de julio del presente año.

RESEÑA

Antes de señalar los récords y hazañas de los tres, detallamos como nació El Salón de la Fama, qué requisitos son necesarios para llegar a ser miembro del mismo y lo que ese templo del deporte significa para los jugadores, dueños de equipos, cronistas deportivos y por encima de todo, para los aficionados de uno de los grandes deportes que se conocen.

Babe Ruth, jardinero de los Yankees de Nueva York, fue de los primeros en integrar el Salón de La Fama.

En 1936, cuando el béisbol era sin lugar a duda el deporte más popular de los EE UU, a Stephen Carlton Clark, dueño de un hotel en Cooperstown, Nueva York, se le ocurrió la idea de crear un ente así para atraer público a esa región del país y tratar que parte de esos visitantes se quedaran en su hotel.
Eventualmente en 1939 se preparó el recinto que alberga el Museo de la Fama. En 1936, se eligieron a cinco de los astros más grandes de ese deporte: Babe Ruth, jardinero de los Yankees de Nueva York; Ty Cobb, jardinero de los Tigres de Detroit; Walter Johnson, lanzador de los Senadores de Washington; Chris Mathieson, pitcher de los Gigantes de Nueva York y Hans Wagner, torpedero de los Piratas de Piittsburgh.
Los cinco habían sido gigantes en su tiempo y eran sumamente populares. Esa fue la única vez en la historia que cinco jugadores salieron electos en un solo año.
En 1937, solo fueron tres. Únicamente en 1955 fueron cuatro los seleccionados, el año pasado nadie salió electo. Este año fueron tres los favorecidos.
Según las reglas existentes, un jugador cuando se retira tiene que haber jugado por lo menos 10 temporadas en las grandes ligas y tiene que esperar cinco años desde que se retira para ser considerado como posible candidato para ser elegido como miembro del Salón de la Fama.

EXCEPCIONES

Los técnicos Tony La Russa, Joe Torre y Bobby Cox son parte del homenaje.

En algunos casos hubo excepciones por causas especiales. En 1939, cuando se retiró Lou Gehrig, debido a que se sabía que tenía una enfermedad que pronto lo llevaría a la muerte, el comité seleccionador lo indujo inmediatamente al Salón de la Fama.
Igual ocurrió cuando Roberto Clemente murió trágicamente en diciembre de 1972 y poco tiempo después también fue seleccionado para ser de los inmortales de este deporte.

HISPANOS

Siete beisbolistas hispanos ya son miembros de ese venerado club. En 1973, el primer latino en ingresar al Salón de la Fama fue el jardinero Roberto Clemente de Puerto Rico.
En 1983, le tocó el turno al lanzador dominicano Juan Marichal, un año después fue escogido el (short stop) venezolano Luis Aparicio.
En 1991, el segunda base panameño Rod Carew y en 1999 el primera base puertorriqueño, Orlando Cepeda.

Muchas estrellas que han salido salpicados por el uso de esteroides, como Alex Rodríguez y otros más, nunca podrán ser nombrados.

En 2000, fue seleccionado el cubano Atanasio “Tony” Pérez, que jugó en primera y tercera base para los Rojos de Cincinnati. Y en 2011, le tocó el turno de ingresar al pelotero Roberto Alomar.
Hay un trío de jugadores latinos que ya hubiesen ingresado a ese club tan especial si no hubieran estado salpicados por el uso de esteroides y otros enervantes. Por ello es que Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y José Canseco no han sido seleccionados y seguramente lo mismo ocurrirá cuando Alex Rodríguez de los Yankees de Nueva York se retire y sea elegible.
Y es por la misma razón que varias grandes estrellas no serán nominados, como Roger Clemens, el jardinero Barry Bonds y el primera base Mark McGwire, cuyas estadísticas son monumentales pero la sombra del uso de estimulantes los persigue y trae a los que eligen decididos a no permitir su ingreso al Salón de la Fama.

LOS ELEGIDOS

Dentro del Salón de la Fama están las estatuas de los recordados Lou Gehrig, Jackie Robinson y Roberto Clemente.

Hay cerca de 310 personas y jugadores ligados al béisbol de ligas mayores que son miembros del Salón de la Fama. De ellos casi 150 fueron elegidos póstumamente y cerca de 210 jugaron en las Grandes Ligas, 35 en Las Ligas Negras de EE UU. cuando las ligas mayores no aceptaban jugadores de esa raza.
20 de ellos son managers (directores técnicos), 10 son árbitros y unos 30 han sido dueños, directivos, personal administrativo u organizadores.
Este año ingresarán tres técnicos, Joe Torre, Tony La Russa y Bobby Cox, que fueron seleccionados el mes pasado.
También El Salón de la Fama selecciona a narradores y periodistas deportivos al otorgarles el premio “Ford Frick” y ya van cerca de 40 que han ganando esa presea que prácticamente los vuelve inmortales.
De los casi 40 hay tres latinos, que son Buck Canel, Jaime Jarrin y Felo Ramírez.

ÚLTIMOS

Los más recientes nominados son Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas.

Los tres jugadores que ingresaron recientemente llevaban los cinco años requeridos de haberse retirado, participaron una década en las ligas mayores y ganaron su entrada al Salón de la Fama la primera vez que pudieron participar en el proceso de selección.
El lanzador Greg Maddux ganó 355 partidos durante su carrera y su compañero de equipo y también serpentinero, Tom Glavine, se alzó con 305 triunfos mientras que el jardinero y primera base Frank Thomas conectó 521 jonrones, impulsó más de 1,700 carreras y fue dos veces el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Lo bueno es que ninguno de los tres fue salpicado por el escándalo del uso de esteroides y estimulantes.
Cerca de 580 periodistas deportivos votaron el pasado 8 de enero y se necesitaba sacar por lo menos el 75% de esos votos para poder ingresar.
Maddux sacó casi el 98 por ciento de esos votos, Glavine logró un 82 y Thomas un 84, o sea que los tres entraron holgadamente por la puerta grande a ese venerado recinto donde van a dar los grandes que no hacen trampa.
SÉPALO
* Cerca de 310 personas ligadas al béisbol son miembros.
* Solo siete estrellas latinas que han jugado en las Grandes Ligas han llegado al Salón de la Fama.
* Este año fueron electos Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas.
* Los tres últimos entrenadores en ser escogidos son Joe Torre, Tony La Russa y Bobby Cox.
* Como parte de las estrellas del Béisbol Negro Profesional están los cubanos Marttin Dihigo, José Méndez y Cristóbal Torriente.
* El haber usado esteroides y estimulantes impide que muchas estrellas lleguen ser nombrados.