SIGUE LA BOLA

El “águila” del Motagua, que ha andado dando tumbos, le dio para los chicles al Deportes Savio en su propia cancha, como dicen algunos, es así que hay fiesta aquí, ocasión que debemos aprovechar para ir a pedirle aumento al jefe… (¡!).
Con esto también hay muchos que están en cadena de oración, para que el mentado “Barbie” vuelva a ganar otro partidito y así salir del oscuro sótano; otros mantienen encendidas enormes candelas de cebo y rezando plegarias.
Y cómo iba a ganar ese Savio si según me cuentan algunos “chismosos”, sus jugadores pasan a puros totopostes y tomando atol chuco en ayunas, entrenando en un estadio que más parece un potrero lleno de hoyos.
Al “viejo león”, más viejo que león, casi le suena los mocos la Real Sociedad, a puras cachas logró un empate en Comayagua, pero después del partido comenzó la “llorazón” del mentado Héctor Vargas, nuevo “timonel” del blanco, como le dicen algunos de la “ropa tendida”.
Y es que ese Vargas se queja de todo, si no son los árbitros es la cancha, el público, de los chicharrones de Comayagua, en fin, excusas para todo. Ahora últimamente la ha agarrado en contra de la “Barbie”, a quien acusa de que su fútbol es más viejo que la tiranía de la lata.
Y es que algunos entrenadores de la liga hondureña son escandalosos por excelencia, y cualquier cosita la maximizan, igual o peor que las gallinas que al poner un simple huevo hacen la gran alharaca en el gallinero, al extremo que el gallo sale disparado, todo nervioso, creyendo que ha llegado el tacuacín a comerse hasta los pollitos.
Yo pienso que la práctica de nuestro incipiente fútbol es una especie de pleito de comadres… producto del mismo subdesarrollo, o parte del mismo folklore, porque solamente en Honduras se observan este tipo de conductas entre entrenadores.
En esta pobre Hibueras, donde solamente la Selección Nacional nos da un poquito de respiros y fugaces alegrías, casi todo mundo anda con los alambres cambiados y con un manojo de nervios, que hasta la caída de una hoja seca nos asusta.
Los psiquiatras deben estar haciendo pingües ganancias con tanto paciente que anda todo “sobado” por esas calles de Dios, temeroso de que alguien le quiebre el “ayote” porque solo andan pensando en cosas bien feas (¿?).
La tal Cobra me engañó con un  pan de yema, que era lo menos que tenía, porque subió el precio de los huevos, que por cierto, los hondureños nunca hemos tenido huevos… ya que los pocos que nos llegan vienen de El Salvador, y son tan chiquitos y payulos que más parecen huevos de paloma con paludismo…
NOTA SOCIALERA: Hoy cumple años el “Escopeta” Vallejo, que según Rodolfo Colindres es el “saco de sal” de la Selección, según me cuentan habrá “zafra” desde el viernes allá por Valle de Ángeles, donde se servirán finos vinos y deliciosas viandas… a mí no me han regado maíz, solo a la Cobra.