La Bicolor
Vibrante ambiente final
PANAMÁ.- La fiesta final, donde se conoció al nuevo monarca de la región, fue amenizada por “catrachos” y “ticos”.
En las gradas del “Rommel Fernández”, los aficionados que más vivieron, saltaron, sufrieron y festejaron, fueron visitantes, vestidos de blanco y azul y otros de rojo y azul.
La “Marea Roja”, de Panamá, dejó claro que no les gustan los terceros ni cuartos lugares, la derrota ante Costa Rica mediante penales, caló en lo más hondo de los corazones panameños, ya que estos no apoyaron a su selección en el último partido de la Copa Centroamericana.
El duelo que abrió el telón de la jornada de cierre, se jugó con las tribunas casi vacías, pocos aficionados locales se acordaron que su selección jugaba ante los salvadoreños, el tercer lugar de la Copa.
Mientras que en la gran final a hondureños y costarricenses, no les importó estar en casa ajena, hicieron lo propio y volvieron a revivir la rivalidad entre ambas aficiones.
Si en el primer juego, el duelo de cánticos, porras y banderas fue intenso en las gradas del moderno estadio, ayer fue más vibrante, desde el pitazo inicial del árbitro Walter López de Guatemala, la batalla por animar más a sus gladiadores no tuvo final.
El clásico centroamericano nuevamente se vio reflejado en las tribunas y en el césped, y los aficionados de ambas selecciones finalistas dieron envidia a los pocos panameños y salvadoreños que llegaron a la clausura de la Copa Centroamericana.