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Fútbol Nacional

Talento catracho se produce a «pura artillería»

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LA CEIBA.- Las polvorientas canchas, las pelotas de caucho y el entrenador de barrio, siguen siendo los principales productores de uno de las mayores riquezas naturales con que cuenta Honduras, sus jugadores de fútbol.

Más del 40 por ciento de los seleccionados, provienen de las comunidades garífunas.

Y es que casi sin hacer nada, al balompié catracho le ajusta para clasificar a mundiales, a Juegos Olímpicos, gracias al biotipo con que cuentan los futbolistas, que en su mayoría aprenden a jugar descalzos y en potreros con metas, con ideas tácticas que se reducen al simple mensaje de “atacar y defender”.

Uno de los ejemplos más evidentes es la historia del delantero David Suazo, quien pasó de jugar ligas bancarias a la Liga Nacional, formación mínima que le bastó para recalar en lo más alto del balompié internacional.

Y si Suazo logró triunfar con una formación empírica, ¿qué no podrían conseguir otros compatriotas que tienen capacidad de sobra?, es así que el talento catracho se sigue produciendo a pura “artillería”.

A diferencia de los rivales centroamericanos, en Honduras no existe un centro de alto rendimiento, que cumpla con la función de pulir la capacidad natural de sus futbolistas, que ante la pobre enseñanza crecen con errores tácticos y técnicos, que al final cuestan eliminaciones mundialistas, o el frenó para dar el pasó al fútbol internacional.

EN LA COLA DE UNCAF

Las “perlas negras”, siguen sin contar con el apoyo que necesitan para explotar su talento.

Pese a las exigencias de FIFA, que obliga a toda federación de fútbol a contar con todas las disciplinas de este deporte: Fútbol once, en todas las categorías y ambos sexos, fut-sala, fut-playa. La Fenafuth, pese a recibir el respectivo financiamiento económico, no cuenta a la fecha con un representativo femenino, ni tampoco con selecciones de fútbol sala y playa.

Es así que mientras Honduras presume de ser una nación futbolera, países como El Salvador y Costa Rica, compiten dignamente en mundiales femeninos, cuando aquí ni siquiera existe tal selección, ni hablar del fútbol sala, que pese a ser uno de los más practicados en el país, no hay una liga profesional, mucho menos un representativo nacional, cuando el vecino Guatemala ya organizó un mundial.

En esta última categoría las universidades nacionales, particularmente la UNAH, UNITEC y UPNFM, han sacado la cara a nivel internacional, con estudiantes que con poca práctica les ajusta para ganar torneos centroamericanos y del Caribe, ¿qué pasaría si se apoyará al fútbol sala?

JUGADORAS DE LA CALLE

Honduras como país afiliado a la FIFA, cuenta con el apoyo para formar selecciones femeninas, pero de momento estas no existen.

El último intento frustrado de formar una selección femenina se deposito en las manos del ex mundialista Efraín “Fayito” Gutiérrez, quien pese a lograr reunir un equipo, no encontró un verdadero plan de trabajo, que iniciará un verdadero proceso para contar con una selección digna y competitiva.

Cada vez son más las niñas hondureñas que cambian las muñecas por la pelota, pero sus sueño de llevar su talento a niveles profesionales se frustra en la incapacidad de los dirigentes hondureños, quienes hasta la fecha han sido incapaces de crear una liga federada, que alimente a una posible selección.

Y el problema es meramente administrativo, porque sólo entre las comunidades de Corozal y Sambo Creek, cunas tradicionales del fútbol nacional, existen 20 equipos femeninos menores de 19 años.

LAS PERLAS NEGRAS

Más de 100 niñas menores de 19 años practican fútbol en Corozal y Sambo Creek.

Irónicamente en Honduras se invierte más en fútbol en la zona sur oriente, que la costa, particularmente en las comunidades garífunas, de donde han salido los deportistas más destacados del país.

De momento en Sambo Creek y Corozal, los futuros Wilson Palacios, David Suazo, Rolando Palacios, caminan descalzos y con los sueños rotos ya que por sí solos no suelen encontrar el camino al éxito, ya que la playa sigue siendo el único testigo de su potencial de exportación.

Un domingo cualquiera en ambas comunidades se puede disfrutar de un buen partido de fútbol playa, ya sea de mujeres u hombres, donde el sol y el mar suelen ser los únicos testigos de esos vibrantes enfrentamientos que desarrollan las “perlas negras”, que piden a gritos un “empujón” para desenfrenar todo su potencial, que en su gran mayoría se desperdicia por la falta de dirigentes visionarios.

Y lo anterior queda comprobado, cuando se observa las convocatorias de las selecciones en todas sus categorías, donde siempre predomina la raza negra, que por años se ha mantenido como la cuna donde descansa las principales figuras no sólo del fútbol, si no del deporte hondureño.

Por Josué Castro/Víctor Colíndres

REACCIONES
Desperdiciamos nuestro potencial
Emilio Umanzor, técnico de la Sub-17: “En Honduras somos bendecidos futbolísticamente, porque gracias al biotipo de nuestros jugadores, es que hemos podido conseguir triunfos internacionales, ya que a nivel centroamericano somos los que menos invertimos en la formación de jugadores”.“Una cosa es que existan selecciones menores, pero estos jugadores llegan con muchas carencias básicas, cuando no debería de ser así. De los equipos de la Liga Nacional, son pocos los que de verdad tienen una buena base, con técnicos capaces para desarrollar el talento de nuestro futuro futbolístico”.“Aquí existe talento de sobra, pero falta visión para que ese potencial con que cuentan nuestros jóvenes sea bien aprovechado. Ejemplo claro son los últimos triunfos cosechados en las selecciones menores, que han contado con procesos estables y eso no ha dado la posibilidad de clasificar de forma constante a los últimos mundiales”.
Genéticamente tenemos ventaja
Javier Padilla, técnico de la Sub-20: “En Honduras los jugadores salen de la nada, casi sin querer, lo que nos da la posibilidad de siempre tener un fútbol competitivo, pero cada vez más nuestros rivales vecinos nos ponen las cosas difíciles.“Eso significa que no basta sólo con el talento hay que trabajar para mantener una superioridad futbolística, ya que nuestro mayor problema es en lo técnico y lo táctico, ya que genéticamente tenemos ventaja”.
Siempre estamos buscando talento
José Romero, asistente de la Sub-17 y coordinador de la Sub15: “Mi trabajo consiste en reclutar nuevos talentos, a nosotros no llaman de diferentes sectores, donde tenemos visores en busca de nuevos jugadores para las selecciones menores, particularmente para la Sub-15”.“A nivel nacional tenemos 10 entrenadores caza talentos, ubicados estratégicamente, cuando hay algún jugador que llama la atención, inmediatamente vamos a evaluarlo, a veces es complicado por las zonas y las posibles competencia donde desarrolle su fútbol, pero de los actuales seleccionados y sobre todo de la Sub-15 su mayoría han sido productos de estos reclutamientos, siempre estamos buscando talento”.
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